Por las montañas de Sapa

¡Sapa mola! Es un lugar turístico, con una variada oferta de negocios occidentales, tiendas de ropa de imitación a bajo coste, muchos hoteles… pero aun así se puede encontrar algo diferente a todo eso.

Nada más bajar del autobús, vendrán a buscarte las mujeres de los poblados para ofrecerte un trekk por los arrozales y pasar con ellas una o dos noches. Aquí es el atractivo por excelencia, y comparado a lo que ofrecen las agencias, son muy económicos.Tanto es así, que muchas veces te sale más a cuenta irte con estas mujeres que hacer noche en el pueblo. A nosotros ya nos hubiese gustado, pero por tiempo y logística no nos lo podíamos permitir, así que dejamos para nuestra próxima visita esta experiencia.

Aquí pasamos unos días visitando los alrededores de Sapa por nuestra cuenta.

Alquilamos una moto durante medio día y subimos hasta el puerto Tram Ton donde apreciamos las vistas des de lo alto de los dos valles. De vuelta a Sapa, parábamos a cada instante para tomar alguna foto.

Otro día lo dedicamos a movernos por los alrededores de Sapa, a pie y sin rumbo fijo. Lo mejor que nos llevamos de Sapa es descubrir una casita semiderruida donde suelen cenar las mujeres de las etnias de los poblados y hacerlo junto a ellas en un desinteresado ambiente. Pueden resultar pesadas, pero son muy simpáticas, al ofrecer constantemente las excursiones de trekking, pulseras, bolsos… pero nosotros que teníamos tiempo nos dedicábamos a cambiarles de tema, y buscar detrás de ellas una explicación a todo eso.

“¿Se molestan los hoteles con vosotras?”, preguntamos. “Sí”, respondió rotundamente una de ellas con una sonrisa pícara. “Madrugamos mucho para que los que los turistas que no tienen alojamiento se vengan con nosotras, más barato”. “¿Y volvéis y dormís en vuestra aldea por la noche?”. “No, nos alojamos en casa de una amiga y cuando no suben turistas nos vamos a nuestra aldea. Nos llama cuando vuelven los turistas”. “A veces duermo solo 4 horas porque me quedo mirando la televisión demasiado tiempo, me gustan los programas de los turistas.”

Esto nos hace pensar en la estrategia tan inteligente que tienen de captar clientes, van a buscarlos. Seguidamente el tema de conversación cambia y pasamos a hablar de nuestras familias, a veces hay más parecidos que diferencias.

Marchamos de Sapa con una cuenta pendiente, una excursión por los arrozales con una de estas señoras tan avispadas y simpáticas.

¡Volveremos! ¡Nos vamos a China!