El Konkan Railways que une Mumbai con Mangalore es un recorrido fantástico de más de 12 horas en tren que pasa por el estado de Goa. Hay un tren que parte desde Mumbai a primera hora de la mañana. Los vagones de segunda clase sin reserva, suelen llenarse. Literalmente a reventar. Pero no fue este el caso, hay muchos vagones de este tipo y por lo tanto, más oportunidades de coger sitio al lado de la ventana para disfrutar del paisaje.
Nuestra intención era visitar lo que se llama el Norte de Goa y como campamento base escogimos Arambol. El tren se retrasó un par de horas más de lo normal y llegamos a la pequeña estación de Pernem, de noche y lloviendo. Nos arrimamos a una mujer para preguntarle por los autobuses dirección a Arambol y seguimos sus pasos hasta llegar a la localidad. En Arambol, seguía lloviendo y el pueblo estaba totalmente a oscuras, sin electricidad. Sin apenas descanso, había que buscar cobijo para pasar la noche. Lo encontramos, solo que al día siguiente nos mudamos a un apartamento que hizo que nos quedáramos muchos días. Excelente lugar para largas estancias.
Arambol, es un pueblo costero donde las personas que viven se dedican al mar y al turismo. No negaremos que este lugar tiene fama, turísticamente hablando, de fiestero porque en temporada alta y en fechas concretas se montan raves, pero a contrapartida es un excelente lugar para que muchas personas obtengan los títulos de yoga. Llegamos en temporada baja y ni rastro de raves, solo una fiesta popular de pescadores que duró toda una mañana con música y bailes, paseos en barco y pesca incluida. Para rematar, una misa cristiana en plena playa y una excelente comida gratuita.
Aprovechamos también para visitar la playa de Mandrem y la playa de Querich con el Sweet Water Lake. Dos alternativas que bien se pueden hacer andando desde la playa de Arambol. Temprano por la mañana, es buena opción, aprovechar que aún duerme la población para tener el mar para ti solo: bañarse y tomar el sol. Por las tardes, no hay que perderse los atardeceres porque son de película.
Visitar el centro de Goa, es volver al pasado. Para entender porque Goa es el estado más cristiano de la India, hace falta irse atrás en el tiempo. Concretamente a la colonización portuguesa. La capital de Goa se llama Panaji, aunque no es la ciudad más poblada del estado, ese título lo tiene la ciudad de Vasco de Gama. Este navegante y explorador portugués destacó por ser el primer Europeo en llegar navegando desde Europa hasta la India, aunque al final de su vida se le colgó el título de virrey llegando a ser gobernador de la India portuguesa. Goa se convirtió por aquel entonces en el centro comercial de las especias y consiguió los mismos privilegios que tenia Lisboa, la capital de Portugal. Pero con ello, llegó la inquisición que impuso el catolicismo y obligó a muchas personas a quedarse y convertirse, o a marcharse a otros estados. El misionero jesuita más famoso es Francisco Javier, un navarro que está embalsamado en Old Goa y formó parte de este proceso de conversión.
A 10 kilómetros de Panaji, se encuentra Old Goa. Declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad y antigua capital del estado. Fue construida por el sultanato de Bijapur pero luego pasó a manos de los portugueses, que construyeron la Basílica del Bom Jesús, la Catedral de Santa Catalina, Iglesia San Francisco de Asís e Iglesia de San Cayetano, entre tantas otras.
De la histórica Goa nos vamos a la región del Sur. Muy famosa también por las playas tropicales de postal. Escogimos la población costera de Benaulim. Básicamente nos limitamos a disfrutar de la playa. El ambiente de esta localidad es tranquilo, creemos que por no recibir tanto turismo extranjero sigue manteniendo ese halo de normalidad. En Maria Hall se concentra la mayor parte de actividad comercial. A orillas de la carretera hacia la playa, se seca el arroz que se cultiva por la zona y al llegar a la playa, restaurantes y algún hospedaje, pero más allá de esto poca cosa más. En temporada, imaginamos que es otra historia. En una excursión de un día desde Benaulim, nos acercamos hasta la playa de Palolem. La población está llena de chiringuitos, restaurantes y hospedajes por todas partes. Poca tranquilidad, exceptuando la playa. De las que hemos visto reconocemos que es la que más nos ha impresionado. Quizá sea por su ubicación y por su agua tan transparente.