China posee un mosaico cultural muy interesante. Tomando como base la religión, desde el taoísmo hasta el cristianismo pasando por el budismo y el islam, se mantienen las diferentes etnias del país, que ya de por sí tienen tradiciones muy distintas. Lástima que el gobierno esté empeñado en reducir estas culturas a su mínima expresión, intentando crear por imposición una población más homogénea aplicando como único modelo la cultura han.
Antes de proseguir nuestro diario viajero por la provincia de Gansu queremos desviarnos hacía la provincia de Qinghai, para visitar Xining y el monasterio tibetano Kumbum (Ta’er Si), y, sobretodo, una ciudad que se encuentra a 160 Km llamada Tongren (Repkong). Aquí se encuentran los monasterios tibetanos Rongwo y Wutun Si.
Todas estas ciudades se encuentran en plena meseta tibetana, la región de Amdo, perteneciente al Tíbet, y que fue rebautizada con el nombre de Qinghai.
Xining: la mezquita Dongguan y el monasterio Kumbum
La capital de la provincia se llama Xining y fue una importante parada en la Ruta de la Seda en las caravanas que se dirigían al Tíbet. Hoy en día, no hay caravanas pero desde la estación de trenes te puedes plantar en Lhasa en unas cuantas horas.
Lo más atractivo es ver la mezcla de religiones. El islam y el budismo están muy presentes entre sus habitantes. La mezquita Dongguan es una joya. Tiene más de 600 años de antigüedad y no tiene un estilo estrictamente islámico. Son sus dos torres inferiores las que alardean de un estilo tradicional chino. Una combinación muy atractiva. Pasear por el barrio musulmán donde se encuentra es otra experiencia distinta a la que te encontrarás si paseas entre el resto de edificios de la ciudad, donde lo que más predominan son los centros comerciales. En cambio, el barrio musulmán es un movimiento constante de mercancía, con puestos de comida en plena calle, fruterías y panaderías. Como que este ambiente nos atrae mucho más.
Cerca de Xining, se encuentra el monasterio tibetano Kumbum (Ta’er Si). Se llega muy fácilmente desde la estación de autobuses de Xining. Existe un precio para entrar al complejo para nada simbólico. Queríamos evitar pagar, así que el ingenio hace que hablemos con el monje que vende las entradas. No somos budistas pero cuando uno viaja empatiza con cualquier cosa. Así que le dijimos al monje que si para rezar a buda había que pagar. Su respuesta fue que no y de esa manera quedamos exentos de pago.
Le dimos algunas vueltas al complejo, paseando por cada uno de los templos. Siendo sinceros, huimos despavoridos por todo el turismo que lo rodea y del negocio que vimos montado. Cabe decir que ya veníamos de estar unos días en la ciudad de Tongren siendo los únicos turistas visitando los monasterios tibetanos de Rongwo y Wutun Si. Estos sí que merecen un desvió en la ruta.
Tongren (Repkong): monasterios tibetanos de Rongwo y Wutun Si
En nuestro viaje a China en el año 2015 visitamos el monasterio de Labrang y Larung Gar. Junto con estos dos complejos de Tongren, son los lugares budistas dentro de nuestra lista de imperdibles en China. Más que por su belleza, que indudablemente la tienen, es por su atmósfera de auténtica cultura tibetana.
Nos alojamos en una posada cercana al monasterio. Las habitaciones de este tipo de alojamiento se disponen alrededor de un patio y principalmente es para peregrinos. El precio, un chollo. Eso sí, prescinde de ducha y agua caliente. Con las bajas temperaturas era completamente innecesaria, aún así, por las mañanas nos envalentonábamos y nos dábamos un agüilla por el cuerpo. La habitación, curiosamente, tenía manta eléctrica y wifi. El dueño, era un encanto, no registraba a nadie y daba la bienvenida a cualquiera. Vamos, los sitios que nos gustan.
Pasamos varios días en este lugar y hicimos de dos restaurantes nuestros preferidos. En uno de ellos, cada vez que íbamos la dueña no nos dejaba pagar nada. Le insistíamos muchísimo pero su insistencia era mucho mayor y acababa no cobrándonos. Por no abusar no íbamos en todas las ocasiones, a pesar de que su comida era la mejor.
El monasterio Rongwo pertenece a la escuela budista Gelupka de la orden de los gorros amarillos. Dentro del complejo hay una serie de callejuelas con casas para los monjes y estudiantes donde es fácil perderse por una horas mientras los fieles rodean los templos recitando en voz baja los diferentes mantras. En la parte superior está el palacio que alberga una figura de buda enorme. Cabe decir que desde aquí arriba hay unas vistas muy buenas. En sus alrededores hay muchas tiendas de todo tipo, sobretodo de detalles religiosos y restaurantes donde sirven comida tibetana.
El monasterio Wutun Si, se encuentra a 7 kilómetros en la pequeña población de Wutun. Es muy famoso por sus pinturas thangkas. No pudimos entrar en el interior de los templos porque estaban cerrados, pero pudimos dar una vuelta y subir a una estatua de buda gigante que tiene unas vistas excelentes.