Marruecos en 4×4, del Pirineo al Sáhara

El invierno del 2023-2024 realizamos un viaje por Marruecos centrándonos en sus gentes y sus grandes paisajes. Éstos conforman las costumbres y la forma de vida que uno tiene. Hay una relación muy estrecha entre paisaje y cultura, y por supuesto influye en el carácter de la gente que vive en él.

Aprovechando que teníamos total libertad para movernos, porque viajábamos con nuestra furgoneta (una Mitsubishi L300 4×4 de 1989), en este viaje por Marruecos hemos querido visitar rincones más naturales. Por las pocas ciudades que hemos visitado -ninguna de las imperiales-, hemos callejeado y aprovechado para comprar en sus mercados locales, intentando asemejarnos a los lugareños.

Marruecos es un país excelente para viajar de cualquier forma. Se presta a todo tipo de viajero, ya sea mochilero, ciclo turista… etc. No creemos que haya un estilo de viaje mejor que otro porque cada uno aportará al viajero diferentes aprendizajes. Sea como sea, lo importante es moverse, viajar. Por último, agradecerle a la más joven del equipo llevarnos desde el Pirineo al Sáhara, y traernos de vuelta a casa.

Nuestro recorrido

De PIRINEOS a ALGECIRAS

Nuestro periplo empieza en Pirineos, y por delante la friolera distancia de 1000 Km hasta alcanzar el límite del territorio antes de cruzar el Estrecho de Gibraltar. Lo hicimos en dos etapas, sin prisa pero sin pausa. El viaje fue tranquilo, pero de camino a Algeciras, empezamos a escuchar un ruido nuevo en la furgoneta, sin alarmarnos y gracias a la comunidad de propietarios de estas bichas, uno de los integrantes – autóctono de Algeciras -, se prestó a ayudarnos y revisar el asunto antes de cruzar el Estrecho. Llegamos a su casa bien entrada la tarde, rápidamente chequeamos y pusimos a punto todo. El ruido desapareció. Compartimos con la familia una agradable velada, entre anécdotas y consejos para nuestro cruce en el ferry. Nos acompañaron a hacer el recorrido que debíamos seguir, explicándonos el proceso del ferry y así evitar perdidas de tiempo. Al día siguiente todo iba bien hasta que volvimos a escuchar el ruido. Aún no habíamos embarcado y nuestro anfitrión en Algeciras nos echó un capote in extremis y nos consiguió traer la herramienta que nos faltaba para poder abordar nosotros mismos el asunto una vez cruzado el Estrecho. Enormemente agradecidos con esta gran familia por la ayuda, por el recibimiento y su predisposición. Subíamos al ferry con emoción y con la sensación que ya había empezado la aventura.

TANGER MED

Puro trámite aduanero. Fue el puerto que escogimos para entrar y salir de Marruecos. Al salir de la zona portuaria, y antes de poner rumbo a Tetuán, lo primero que hicimos, fue ir a Alcazarseguir a sacar dinero – dírhams – a un cajero y acomodar en su sitio una pieza de los autoblocantes con la herramienta que nos habían conseguido, creyendo que ésta era la culpable del ruido que veníamos escuchando desde Jaén.

Una de las reglas que nos pusimos era no conducir de noche. Sólo hizo falta llegar a Tetuán para saltárnosla. Empezaba anochecer, conocíamos la ciudad y sabíamos que, si nos animábamos a seguir hasta Chefchahouen, llegaríamos tarde, pero a una hora razonable. Nos animamos sin dudar demasiado.

CHEFCHAHOUEN

Al poco descubriríamos que buena parte de la carretera de Tetuán a Chefchaouen estaba en obras. Conducir con la única iluminación de los faros de la furgo fue toda una aventura. Los conductores en Marruecos no conducen especialmente rápido, pero había que prestar muchísima atención a la carretera, debido al estado del firme y a los cambios de carril que había que tomar en los tramos en que la carretera estaba peor. Sin ningún contratiempo llegamos a Chefchaouen. Nos fuimos directos al camping a descansar.

La ciudad es famosa, entre otras muchas cosas, por el azul intenso de sus calles. Este color tiñe las puertas y fachadas de las casas. Conocíamos la ciudad y la recordábamos tal cual, así que decidimos dedicarnos únicamente a pasear los rincones conocidos y salirnos un poco del centro para ver otras caras de la ciudad.

IFRANE Y AZROU

Pusimos rumbo sur, al desierto. De camino paramos en las poblaciones de Ifrane y Azrou. Ifrane es la pequeña Suiza marroquí. La ciudad cuenta con pistas de esquí y la prestigiosa universidad Al-Akhawayn. Estudiantes de familias adineradas de Marruecos estudian aquí. Primeras y segundas residencias, en forma de casas bonitas europeizadas es lo que encontramos. Azrou, en cambio, es una ciudad bereber al uso. Nos gustó muchísimo más. Nos invitó a pasear por su medina, comprar en su bien surtido mercado e hicimos acopio de aceitunas, pan, verduras y fruta. Los lugareños súper amigables, como ya viene siendo costumbre en Marruecos.

Antes de poner rumbo a Er-Ricchi hicimos noche en el Lago Aguelmane Sidi Ali a 2600 metros de altitud. Disfrutamos de este paraje casi en solitario. Al anochecer, trabajadores y pastores volvían a sus hogares, dejando el lugar casi vacío. El hotel que hay a orillas del lago permanecía aparentemente cerrado, y la única actividad a kilómetros a la redonda era una obra que ocurría al fondo del valle. Fue la noche y la mañana más fría de todo nuestro viaje por Marruecos.

ER-RICCHI

Al día siguiente al despertarnos, pusimos rumbo a la ciudad de Er-Ricchi, parada técnica para aprovisionarnos de alimentos y grasa para la cardan. Porque sí, finalmente descubrimos gracias a otro integrante del grupo Delica que ese ruido que nos acompañaba, no era lo que pensábamos, sino algo mucho más sencillo. La cruceta de la cardan tenia un pelín de holgura, y al no estar bien engrasada iba picando con los vaivenes. Bote de cristal en mano nos plantamos delante de un taller y le pedimos a un mecánico un poco de grasa. Nos señaló un cubo a modo de self-service para que cogiéramos la que necesitáramos. Tras llenar el bote vino una negativa respuesta para saldar el favor mediante dírhams. Se negaron a aceptar dinero. A cambio nos preguntaron de dónde veníamos, a dónde teníamos intención de llegar y nos sonrieron. Engrasamos las crucetas y nunca más supimos del ruido.

Esa noche dormimos al lado de la pequeña población Qsar Agoudim, entrados en la pista que conduce al túnel Tagounsta, el cual da nombre al recorrido. Plantamos la furgoneta en medio de la llanura, despoblada de vegetación alta, y el atardecer y el posterior amanecer que nos brindó el lugar fue de película. El amanecer especialmente, nos regaló una imagen costumbrista: unos lugareños dándonos los buenos días mientras pasaban por delante con sus burros.

La gente del lugar, sobretodo la bereber, están más que acostumbrados a dormir al raso, forma parte de su ADN. En todos los días que estuvimos durmiendo en plena naturaleza no nos molestó nadie.

TÚNEL TAGOUNSTA

Ruta espectacular sólo apta para 4×4. El túnel helicoidal fue construido por la Legión Francesa en 1933 para sortear la escarpada montaña rocosa del Jebel Tagountsa a 2600 metros de altitud. Es el único túnel helicoidal en todo el Norte de África. El túnel atraviesa la montaña efectuando una rotación sobre sí mismo de 360 grados. La pista Tagounsta conecta los pueblos de Qsar Agoudim y Tana. Ésta asciende hasta el imponente túnel de Tagounsta y a partir de aquí desciende por un valle montañoso.

Una vez se acaba la pista, retomaríamos la carretera asfaltada siguiendo el curso del Oued Rheris. A su paso cruzamos por una gargantas y pueblos poco visitados, pero no por ello menos atractivos. A nuestros ojos, parecía que habíamos retrocedido en el tiempo, que el mundo se había simplificado. Los oasis se iban sucediendo, cada uno con su pueblito y sus peculiaridades. La vida en Marruecos, ocurre en los márgenes de la carretera. Al cruzar cualquier núcleo de población el brazo devuelve los continuos saludos de los más jóvenes y las miradas curiosas de los mayores. En un lugar tan inhóspito no encontramos ni una pizca de hostilidad ni de acercamiento interesado.

LAND-ART EN PLENO DESIERTO Y NOCHE EN ERFOUD

Entre Goulmina y Erfoud, fuimos en busca de más. Planeando el viaje, lo vimos en el mapa por satélite de casualidad, indagamos y resultó ser algo conocido pero no popularizado. Tres esculturas arquitectónicas construidas por el artista Hanssjörg Voth: la escalera celeste, la espiral de oro y la ciudad de Orión. En medio del mismísimo desierto. Para llegar a ellas hay que recorrer caminos que se bifurcan en distintas direcciones y cruzar con confianza los bancales de arena fina. Recomendamos acercarse hasta las esculturas con los neumáticos bajos de presión porque si no te quedarás encallado en la arena.

Acabamos el día muy cansados y nos acomodamos en un camping de Erfoud. Nos pegamos una necesaria ducha caliente para sacarnos de encima toda la arena acumulada de los días anteriores y asimilar cada momento vivido.

RISSANI, MERZOUGA Y HASSI LABIED JUNTO A ERG CHEBBI

No íbamos a pasar de largo Rissani. A la hora que llegamos, el zoco tenia muchísima actividad. No dudamos en aparcar la furgoneta y zambullirnos a recorrerlo en lo que diera la mañana. Aprovechamos también para comprar alimentos: arroz, cuscús, fruta y verdura. No tenemos nevera eléctrica en la furgoneta y estamos obligados a ir comprando según vamos necesitando, que es más a menudo que los que sí la tienen. Para nosotros son ventajas, nos obliga a parar en poblaciones e interactuar con los lugareños, si no cada día, casi. Y no ocupa espacio dentro de la furgoneta. Aprendimos a gestionarnos sin ella gracias a un par de parejas viajeras muy curtidas en viajes largos con vehículo propio, que nos dieron motivos suficientes para no plantearnos comprar una. Solo es cuestión de organización, nos decían. Y así es. Volviendo al zoco de Rissani, ¡nos encantó! Enclavado en un punto estratégico, es un laberinto de puestos para que los locales y los habitantes de las poblaciones periféricas puedan acercarse para comprar en el gran surtido de productos que hay.

Merzouga es un pequeño pueblo turístico a las puertas de las dunas de Erg Chebbi. Su telón de fondo es único e impresionante. A todos se nos viene a la mente una imagen muy concreta de un desierto de dunas, pues eso mismo es lo que se aprecia desde Merzouga. Las dunas son transitables en vehículo, aventureros y agencias de viajes se desplazan por ellas y se montan campamentos en pleno desierto. Pero además puedes subir las dunas andando y la recompensa es igual de gratificante. Desde lo alto se divisa la inmensidad del desierto, su fragilidad, hostilidad y también su belleza. Hipnotiza de una forma extraña. Entre todos debemos cuidar estos ecosistemas tan frágiles y cambiantes. Hassi Labied fue nuestro campamento base. Una población más tranquila que Merzouga dónde pasamos un par de noches contemplando el cielo estrellado del Sáhara, nos deleitamos en sus atardeceres a pie de dunas imaginándonos nómadas por un momento.

Aquí habíamos alcanzado el propósito, al menos en cuanto a distancia se refiere: llegar hasta el Sáhara desde los Pirineos.

GARAR MEDOUAR

Gara medouar, o también conocida como la cárcel portuguesa, es otro de esos sitios curiosos dónde detenerse y pasar la noche al aire libre. Se encuentra a tan sólo unos kilómetros de Rissani y el acceso se puede hacer por diferentes pistas de tierra que te conducen a ella. Desde la carretera principal se ve perfectamente a lo lejos la silueta de Jebel Mudawwar y desde lo alto hay unas vistas panorámicas impresionantes.

OURZAZATE Y AÏT BENHADDOU

Dejamos las dunas al sur y ponemos rumbo al norte. Después de los días en el desierto, utilizamos la ciudad de Ourzazate cómo campamento base para ponernos al día. Aprovechamos para visitar una lavandería, un lavadero de coches y limpiar un poco el resto de pertenencias. Nos instalamos en el camping municipal de la ciudad y fue un acierto, a un tranquilo y agradable paseo del centro. Además, los días que estuvimos coincidió que en la plaza principal de Ourzazate había organizado un festival de folklore tradicional de esta parte de Marruecos. Había un ambiente impresionante con muchas familias viendo el espectáculo. Deambulamos por su zoco y aprovechamos para comer en sus puestos. Uno de los días nos fuimos de excursión a visitar el ksar de Aït Benhaddou es un tipo de hábitat tradicional presahariano y está formado por un conjunto de edificios de adobe rodeados por altas murallas. Muy bien aprovechada por los artesanos del lugar para exponer en ella sus obras, donde se mezcla el turismo local y el extranjero. Un corto paseo a un mirador cercano para admirar con perspectiva el lugar y deleitarse un rato con las vistas no es un mal plan para pasar la mañana. También visitamos un pueblo cercano.

BOULMANE DADES Y LA GARGANTA DEL DADÉS

De Ourzazate a Boulmane Dades no lo hicimos solos. A la salida de la ciudad encontramos una pareja de Polonia haciendo autoestop y no era poco probable que se dirigieran al mismo lugar que nosotros. Así que los recogimos y en compañía pusimos el piloto automático hasta nuestro destino. Entre conversaciones y anécdotas se pasó el tiempo volando y cuando quisimos darnos cuenta ya habíamos llegado. Resultó que esta pareja también pertenece a la comunidad de CS, así que, llegados a destino, nos guardamos los contactos y cada uno siguió su camino. Por nuestra parte, seguimos hacia la Garganta del Dadés. La carretera que recorre esta garganta es sinuosa pero magnífica. Llegamos hasta su punto más famoso pasando por unas curvas y fuimos en busca de un lugar donde pasar la noche.

TINERHIR Y LA GARGANTA DEL TODRA

Y de garganta a garganta. La siguiente sería la Garganta del Todra. Antes pasamos por la ciudad de Tinerhir. Prácticamente hemos ido encontrado gasolineras en la mayor parte del viaje. Lo habitual era mirar el indicador del deposito y si éste estaba por la mitad lo llenábamos por lo que pudiese pasar. En Tinerhir llenamos de gasoil a conciencia, en los próximos días nos íbamos hacia el Atlas y en las zonas altas de la cordillera es más complicado encontrar una gasolinera cada pocos Kilómetros.

Antes de irnos a la cordillera del Atlas, le dedicamos unos días a la Garganta del Todra. Hicimos una sencillo trekking circular a pie que nos permitió contemplar las montañas tan impresionantes que se alzan por encima de la garganta. Aún siendo un lugar muy turístico, es espectacular. Vale la pena acercarse para ver como esta garganta parece estar cortada a cuchillo. De Tinerhir a Todra se extiende un oasis enorme lleno de palmeras. A los pies de Todra, uno puede perderse entre el palmeral, los campos de cultivo y sus kashbas abandonadas. El lugar es muy fotogénico.

IMILCHIL

Pusimos rumbo a Imilchil por el Col de Tizi Tigherrhouzine a 2645m. El recorrido es muy escénico. Dejábamos de lado el turismo y nos adentramos en las solitarias montañas. Aún en invierno la nieve no había hecho acto de presencia. Con nieve este recorrido es inviable porque cortan la carretera. El paisaje en todo momento es espectacular. Pasamos por muchos pueblos donde puedes ver escenas costumbristas.

Llegados al collado, nos paramos un rato a contemplar las vistas. A lo lejos, divisamos una moto con un hombre andando. Al pasar por nuestro lado le invitamos a fruta y le dimos agua para que se hidratara, mientras nos contó lo que le había pasado hasta que llegó un familiar a su rescate y continuaron camino. Continuamos marcha pasando por varias poblaciones y antes de llegar a Imilchil, en sentido contrario, un chico en bicicleta nos saluda. Inmediatamente paramos y damos marcha atrás. Era un chico andorrano que estaba de ruta con su bici por Marruecos. Estuvimos hablando mucho rato explicándonos mutuamente nuestros viajes.

Llegados a Imilchil, paramos a comprar pan, leche y mandarinas, las más baratas de todo el viaje, a 3 dírhams el kilo. Regaladas. Mientras comprábamos mandarinas nos preguntaban algunos lugareños de donde éramos y era estupendo hablar con ellos en perfecto castellano, ya que muchos en algún momento de sus vidas les tocó emigrar a España o tienen familias todavía viviendo en nuestro país. Llegada la hora de comer, aprovechamos para entrar en uno de los tantos restaurantes que no paran de echar humo a pie de carretera. Pedimos cordero, un tajín de pollo, pan y té.  Casualmente estábamos sentados al lado de una familia marroquí de Tinerhir que estaban de viaje hacia Benin Melal, entablamos conversación e incluso mientras comíamos llamaron por teléfono a una hermana suya que vivía en Tarragona con la que hablamos con ella también. Al finalizar pagaron ellos su cuenta y la nuestra sin nosotros darnos cuenta. Nos enteramos al marchar. No era la primera vez que nos ocurría algo así en Marruecos. Le estaremos siempre muy agradecidos.

Esa noche dormimos al aire libre en el Lago Isli, pasamos antes por el Lago de Tislit. El lago Tislit es accesible por carretera asfaltada, no así el acceso al Lago Isli que se conduce por pista. El lago Isli es un sitio sumamente bonito para acampar con un cielo estrellado de película.

CATHÉDRALE DES ROCHER

Desde el Lago Isli llegar hasta la Cathédrale des Rocher pasando por Tagleft se hizo muy largo. No son excesivamente muchos kilómetros, pero las pistas y carreteras por las que hay que circular son malas y la hacen una jornada larga en cuanto a conducción.

El lugar se encuentra en las guías turísticas pero, sinceramente, poco turismo extranjero encontramos. Turismo local mucho, ya que coincidió nuestra llegada un día antes de celebrar fin de año. Pasamos los días cerca del rio, haciendo un par de caminatas por la zona, y por las noches cenando delante de una hoguera asando carne. Si entrar a la Catedrale des Rochers fue largo, la salida también lo fue. No solo para nosotros, si no también para toda la población local que vive en estas aldeas.

Sin coche propio es complicado moverse por esta zona, hay furgonetas tipo mercedes que hacen los recorridos, pero pasan con poquísima frecuencia. A inicios de enero, encontramos a muchos locales apeados en la pista con un frio de narices esperando a que alguien los sacara de allí. Sacamos a los que pudimos y nos permitía el espacio en la furgoneta – priorizamos las familias con niños y ancianos – y los llevamos hasta Tilougguite y a otros hasta Ouaouizaght. Después, solos, pusimos la directa hacia Benin Melal.

MOULAY BOUSSELHAM, ASSILAH Y VUELTA A TÁNGER

De la montaña al mar. Llegamos de noche a Moulay Bousselham. Encima se fue la luz en todo el vecindario mientras buscábamos un sitio para pernoctar. Un hombre nos indicó una zona para pernoctar y resultó ser el patio-jardín de su casa. Al llegar nos encontramos con muchos vehículos extranjeros todos apiñados en un “jardín” de aguacateros. Apiñados en el patio, nos duchamos, cenamos algo y nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente nos dimos una vuelta por el Parque Nacional de Merja Zega, que para aficionados a la ornitología es un sitio ideal.

El viaje por Marruecos se acababa y los últimos días los pasamos en la ciudad costera de Assilah disfrutando de la gastronomía y de los atardeceres. Creemos que es un sitio ideal para iniciar o acabar un periplo por Marruecos, siempre y cuando tengas pensado cruzar el Estrecho de Gibraltar en barco hacia o desde Tánger.

Y de Marruecos regresamos a Pirineos. Debemos sentirnos afortunados de tener relativamente cerca un país como Marruecos, para disfrutarlo tantas veces como podamos.

Datos prácticos del viaje

Barco Algeciras – Tánger MED (i/v): viajamos con Balearia. Cruzamos el estrecho de Gibraltar en barco desde Algeciras a Tánger Med. Nos hacia mucha ilusión la aventura de cruzar hacia África en barco. Otro sueño cumplido.

El recorrido dura apenas 1h 30 minutos. Hay muchos horarios a lo largo del día, pero hay que tener en cuenta que no suelen ser puntuales con las horas de salida del barco, y a veces una vez en puerto si no tienen previsión de llenar un barco suelen cancelarlo y ahorrarse viajes metiendo a todos en un mismo horario. En nuestro caso, tanto en la ida como en la vuelta hubo un retraso de 3 horas aproximadamente. En la ida te sellarán el visado de entrada al país dentro del mismo barco. A la salida, lo hacen en el control de fronteras que hay en el puerto antes de coger el barco.

Consejos
  • Al Barid Bank no cobra comisión por sacar en efectivo. El cajero te dejará sacar máximo 2000 MAD por cada retirada.
  • Tarjeta SIM Prepago: compramos la tarjeta en una tienda oficial de Maroc Telecom. La SIM de Maroc Telecom nos costó 20 MAD, y cargarla con 15 GB 100 MAD durante 30 días. La SIM tiene una validez de 6 meses. Si se te gastan los GB siempre se puede ir comprando recargas a medida que vayas necesitando.
Pernocta

Hemos dormido en nuestra furgoneta tanto al aire libre en la naturaleza como en los campings que hay repartidos por todo Marruecos. Nos ha sorprendiendo mucho la cantidad de campings repartidos por el país a precios realmente bajos. No hemos pisado muchas ciudades, pero creemos que en estas vale la pena hacer uso de ellos. Te despreocupas ya que al mismo tiempo te hace de parking y por la ciudad ya te puedes mover andando o en transporte público.

Los campings normalmente suelen cobrar por el número de personas y el tamaño del vehículo que lleves. También, si quieres electricidad la pagarás. Recomendamos que, si no quieres electricidad lo digas al entrar, porque en la mayoría de ocasiones te dirán el precio de un inicio con electricidad, de esta manera si no la necesitas puedes ahorrarte algún dírham.

Los precios que decimos a continuación son 2 personas y una furgoneta. Sin electricidad, excepto en el Camping Karla de Erfoud. Muchos tienen wifi.

Chefchaouen – Campin Azilah: 80 MAD/noche. Ducha agua caliente 10 MAD/persona. Único camping en Chefchaouen. Es sencillo y tranquilo. Esta ubicado en un buen lugar a 15 minutos del centro.

Azrou – Camping Amazigh: 65 MAD/noche. Buen camping si tu intención es visitar Ifrane y Azrou. Acogida muy cordial. Sencillo. Atardecer espectacular.

Lago Aguelmane Sidi Ali: 0 MAD/noche. Dormimos en el mirador del lago. En pleno invierno a 2600m de altitud estuvimos muy tranquilos, pero hay que prever que hace mucho frio.

Qsar Agoudim: 0 MAD/noche. Fuera del pueblo avanzada la pista camino al túnel de Tagounsta hay hueco para pernoctar con la furgoneta. La pista del túnel solo es apta para vehículos 4×4.

Erfoud – Camping Karla: 80 MAD/noche. Buen camping en un palmeral. Personal muy amigable. Hablan español. Wifi.

Hassi labied – Camping Secret du Sahara: 50 MAD/noche. Tranquilo fuera del bullicio turístico de Merzouga. Además, tiene unas vistas estupendas a las dunas y durante el día puedes pasear por ella como un local más. El ambiente local del camping y alrededores se agradecen mucho en un sitio tan turístico.

Cárcel portuguesa: 0 MAD/noche.

Ourzazate – Camping Municipal Ourzazate: 50 MAD/noche. Campamento básico súper práctico para visitar la ciudad de Ourzazate y Aït Ben Haddou. A 20 minutos caminando del centro de Ourzazate. Wifi.

Garganta del Todra – Camping Le Soleil: 75 MAD/noche. Comparando los diferentes campings en las Gargantas del Todra y con diferencia es el mejor. Un jardín precioso con arboles y parcelas grandes.

Lago Isli (cerca de Imilchil): 0 MAD/noche. Sitio espectacular para pernoctar. El acceso es por pista forestal.

Cathédrale des Rocher: 0 MAD/noche. Sitio espectacular frecuentado por turismo local. Llegar y salir de la Cathédrale des Rocher es una aventura.

Moulay Bousselham – Camping Le Nid du Hibou: 80 MAD/noche. Es un jardín de una casa familiar con dos baños exteriores con ducha de agua caliente. El trato muy amable. Nos recibieron de noche y aún estando completo nos hicieron hueco. Cuando hay muchas personas el espacio se queda muy reducido.

Assilah – Camping Assilah 70 MAD/noche. Un camping de playa básico, pero con todo lo necesario. Es muy espacioso y tiene muchas parcelas. Siempre está muy concurrido ya que es un buen punto si es tu primera o última parada para viajeros que entran o salen de Marruecos vía Tánger.

En el Camping de Chefchaouen la ducha de agua caliente te la cobran a 10 MAD/persona, en el resto de camping que hemos estado no nos han cobrado la ducha de agua caliente porque venia incluida en el precio. Si no quieres pernoctar en un camping y solo necesitas una ducha, también lo puedes preguntar. No te pondrán ninguna pega por un módico precio. En nuestra furgoneta nos duchamos al aire libre llenando con agua un cubo plegable de 8 litros y un cazo. Hidroterapia.

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VísteteQueNosVamos
GeorgeTown.Bicycle Street Art

Alberto Campaña y Sonia Díaz son los autores de VísteteQueNosVamos, una web que nació en el año 2014 a raíz de un viaje vuelta al mundo. Apasionados de los viajes y de la montaña desde siempre, en un par de ocasiones decidieron dejarlo todo y salieron a conocer el mundo sin billete de vuelta. Una vuelta al mundo los llevó por Nepal, Sudeste Asiático, China, Japón, EE.UU y Sudamérica, recorriendo miles de kilómetros en transporte público, a pie y en autostop. A finales del año 2019 finalizaron su ruta por el Indostán, Asia Oriental y Central, y regresaron a España para comprarse una furgoneta 4x4. La decisión es clara, no quieren parar de viajar.

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