No había ningún motivo en especial para llegar hasta la ciudad de Alausí. Sabíamos del tren turístico que recorre el tramo llamado La Nariz del Diablo, pero que a un viajero low cost se le escapa de presupuesto debido al alto coste que supone el precio de los billetes.
Nos detuvimos por necesidad, ya que nos dirigíamos a Cuenca en autostop y teníamos que hacer noche en algún punto del recorrido para proseguir el viaje por la carretera Panamericana.
La ciudad nos gustó, es sencilla y muy pintoresca y, como comentábamos, dentro de sus atractivos turísticos el más conocido es el paseo en tren.
La Nariz del Diablo es un tramo de vía férrea en zigzag que une la población de Sibambe con Alausí, salvando un desnivel muy importante. Se le considera el tramo más difícil del mundo, sobretodo en su construcción, pues en ella murieron muchos obreros procedentes de varios países. No hace mucho existía una alternativa económica, el autoferro, que hacía el mismo recorrido pero sin tantas comodidades como el tren turístico.
El único día que estuvimos nos dedicamos a pasear por la ciudad disfrutando de sus rincones con encanto.
Muy temprano, a la mañana siguiente nos plantamos en la carretera a esperar un auto que nos levantara. Fueron varios, entre ellos un trabajador, un camionero, una pareja de muy agradable conversación y un cantante de bachatas la mar de majo. ¡Y así llegamos a Cuenca!
Aquí nos esperaba Gabriela, para acogernos durante los días que estuviéramos en la ciudad. ¡Ella es todo amor y rápidamente nos sentimos como en casa!
Cuenca es una ciudad encantadora y el centro de la ciudad tiene rincones muy bonitos para pasear:iglesias, casas de estilo español y francés, museos y mercados. Muchas de las calles están adoquinadas y bien cuidadas. Una joya dentro de Ecuador.
Subimos hasta un mirador para contemplar una perspectiva de altura de esta ciudad. Pero sin duda lo mejor es pasear entre sus calles.
Tampoco nos fuimos sin visitar el museo del sombrero de paja de toquilla o lo que es lo mismo el Sombrero Panamá, nos contaron que lleva su nombre porque todos los trabajadores que fueron a construir el Canal de Panamá lo utilizaban para cubrirse la cabeza. Este es un accesorio originario y tradicional de Ecuador, especialmente de Cuenca y es una pieza imprescindible que lucen con orgullo por todo el país muchísimos hombres y mujeres ecuatorianos en su día a día.
Cuenca, aparte está cerca de un paraje natural único, ¡pero eso os lo explicamos en la próxima!