Road trip por EEUU, cruzamos a América desde Asia

Desde Asia la forma aérea más barata que encontramos para cruzar el Pacífico fue vía Japón – Estados Unidos y nos preguntamos por qué no visitar al menos la costa Oeste una vez llegaramos.

Lo estudiamos bien y después de barajar varias opciones decidimos que la mejor forma de hacerlo era alquilando un coche pequeño y movernos a nuestro aire. Así que solo aterrizar en Los Ángeles empezamos nuestro road trip poniendo rumbo al estado de Arizona.

El coche sería nuestro transporte y alojamiento, haciendo de éste nuestra casa durante las tres semanas que pasaríamos en el país. Después de recorrer los tantos kilómetros desde Los Ángeles hasta el estado de Arizona llegamos al Gran Cañon. El parque nacional tiene una gran extensión y el río Colorado ha erosionado a su antojo su paso por aquí.

Las vistas son espectaculares y la profundidad en algunos puntos se hace imperceptible. Nosotros recorrimos a pie algunos de los senderos que discurren por la parte alta.

Nuestra próxima parada sería Monument Valley, una serie de elevaciones en medio de una planicie hacen de éstas algo muy característico. Nos desviábamos un poco de la ruta hacía Las Vegas, pero aprovecharíamos también para ver parte del interior de Arizona. Las vastas extensiones totalmente planas con carreteras rectas e interminables nos impresionaron. Aquí los camiones y los coches son de un tamaño superlativo acorde a las carreteras por las que circulan.

Llegamos a Las Vegas, la ciudad del derroche. En medio del desierto y conocida mundialmente por sus casinos, esta ciudad se ha convertido en uno de los destinos turísticos del país.

La zona del Strip es la más popular y donde se concentran la mayoría de las casas de juego. Pasear por la avenida principal ya es en sí mismo un espectáculo y cada casino ofrece el suyo propio. Tanto si te gusta como si no está ciudad no pasa inadvertida.

Pero a nosotros, nos atraía mucho más la naturaleza y no queríamos pasar por alto la oportunidad de visitar uno de los parques más famosos de esta región, Yosemite. Nos hubiese gustado profundizar más en él, dedicarle más tiempo, ya que ofrece muchas posibilidades y sus formaciones características nos llamaron mucho la atención.

Después de Yosemite, pusimos rumbo al lago Tahoe, en la frontera entre California y Nevada, cerca de Reno.

Con unos 40 kilómetros de largo y rodeado de montañas, este lago ofrece unas vistas espectaculares. Al norte, Truckee es la población más importante, menos turística y con un carácter más tranquilo, sirve de base para los que en invierno se acercan hasta las pistas de esquí de Northstar. Al sur, South Lake Tahoe es lo opuesto, mucho más grande y dividida por la frontera entre los dos estados, sirve como destino vacacional tanto en invierno como en verano.

Pasamos varios días en compañía de Blake, quién nos enseñó sus lugares favoritos y nos indicó lugares dónde pudimos realizar algún trekk por la montaña, aparte de disfrutar de las aguas del lago.

Nuestro camino tenía que seguir y la próxima parada fue la ciudad más esperada y más cosmopolita de California, San Francisco. ¿Qué explicar de ésta ciudad que no se haya dicho ya? Simplemente recorrerla y conocer los diferentes barrios que la componen ya da una idea de su potencial, pero si además coincides con el día del orgullo gay verás la cara más desenfrenada y simpática de la ciudad. Quisimos recorrerla en su gran mayoría y disfrutar de esta celebración tan popular en una de las ciudades más pioneras.

Los días se terminaban, y teníamos que llegar a Los Ángeles, donde nos esperaba Ilian para alojarnos durante los primeros días. Esto nos permitió visitar Hollywood, Venice Beach, Beverly Hills,etc.

Antes de marcharnos y más relajados, nos adentramos en las montañas de los alrededores de Los Felices para ver a vista de pájaro esta inmensa ciudad que acabó gustándonos.

También conocimos a Camilo un chico colombiano que vivía hace muchos años en la ciudad y con quién pasaríamos los últimos días de nuestra visita en Los Angeles, compartimos momentos y unas interesantes conversaciones e impresiones del país de las oportunidades. Los americanos son tal cual, su carácter genuino no pasa inadvertido y nuestro paso por el país nos hizo sentir en todo momento estar en medio de una escena de cualquier película americana.