Hanói hay que tomárselo con calma. Es una ciudad que nos ha gustado, no tanto por su oferta turística, que también la tiene, si no por los rincones que en ella se esconden. Pasamos varios días y ninguno de ellos nos aburrimos.
Solo llegar, nos fuimos a tramitar el visado para nuestro próximo destino, el gigante asiático, China. Con esto estaríamos entretenidos por varios días yendo y viniendo a la embajada.
Mientras, aprovechamos para visitar la ciudad. Fuimos a visitar a Ho Chi Minh. Embalsamado y expuesto en un mausoleo, en contra de su voluntad. El mausoleo, un alarde muy comunista, es un edificio sobrio pero grande, en medio de un vasto parque y rodeado de seguridad.
Por la tarde, coincidiendo que Guillermo y Lara también andaban por la ciudad, fuimos a ver las Marionetas de agua al Teatro municipal, un espectáculo muy entretenido que narra pequeñas historietas de la vida común del campo con algún añadido fantasioso. Cuentos antiguos que se explican con marionetas clásicas sobre un escenario de agua y música en directo.
Nos despedimos de ellos tomando unas Bia Hoi en el Old Quarter, nuestros caminos ya no seguirían la misma dirección.
De encuentros iba la cosa, ya que en los siguientes días, quedamos con Pablo e Itziar para conocernos, una pareja de viajeros con mucho que contar. Pasamos un rato estupendo con ellos, Bia Hoi en mano compartiendo experiencias. Nos despedimos pero con la intención de vernos pronto, ya que ellos seguirían por la zona y seguramente nos encontraríamos de nuevo.
Los demás días andábamos sin rumbo, perdiéndonos por la ciudad para descubrir que otros rincones, aparte de los habituales, escondía la ciudad para nosotros. Hanoi nos ha gustado en especial, una ciudad entretenida, llena de curiosidades y donde no nos hubiera importado quedarnos para seguir disfrutándola y haciendo vida normal.
2 comentarios
Me encantan todas las fotos. Cada una, cada lugar tiene su encanto. En éstas, además, se os ve a vosotros. Haciendo amigos hasta la fin del mundo. Seguid así.
Gracias E.Cano!
Lo más bonito de viajar, sin lugar a dudas, son las personas.
Muchos besos,
Alberto & Sonia