Dos islas diminutas situadas al Noroeste de Panay, Gigante Norte y Gigante Sur. A estas islas se accede con uno de los barcos diarios que las conecta con el pueblo de Estancia en Panay.
Que haya un solo barco al día ya es indicativo que no son islas muy concurridas, algunos turistas filipinos y contados extranjeros.Nos montamos en el barco con rumbo a Gigante Norte y después de un buen rato, el barco atracó en lo que se supone que era un puerto.
La marea baja impide que éste pueda acercarse a la orilla y subidos en una balsa rudimentaria llegamos hasta la playa.
En la isla no es que haya muchos alojamientos, solo en los principales barangays de Asluman y Granada, y los servicios son muy escasos. El negocio parece controlarlo un resort, si se entiende resort como un montón de cabañas y una zona ajardinada, pero nosotros optamos por una opción algo más familiar.
Para nosotros fueron días de desconexión total, y cuando hablamos de desconexión nos referimos a que el wifi es inexistente en toda la isla y los vecinos aún tienen que subir hasta la colina para poder hablar por teléfono. Durante el día no hay electricidad, y aunque son unas pocas las motos que circulan, se respira un ambiente muy tranquilo y de antaño.
También mucha culpa que nos quedáramos más días la tiene la familia que nos hospedó en su humilde bed and breakfast. Cada noche nos preparaban la cena y podemos decir que han sido de las mejores que hemos disfrutado en todo el viaje. ¡Nada que ver con los ridículos platos que sirven las típicas karinderías! ¡Y al mismo precio, pudimos probar de todo!
Se nos antojó darle la vuelta a la isla por el único camino existente y que en no más de dos horas se puede hacer. Merece la pena no correr y detenerse a cada rato para sentir el buen hacer de la gente. La simpatía, desinterés y su curiosidad, nos dejan unas sensaciones difíciles de olvidar.
Hay un faro, que se puede visitar, pero creemos que es mucho más interesante no buscar nada que hacer y disfrutar de los ratos que la propia gente te ofrece.
Una de las cosas que más nos sorprendió de Gigante Norte es que la costa de una parte de la isla está completamente llena de conchas. La arena de la playa queda totalmente tapada por éstas e incluso se han formado montañas. No acabamos de entender la razón, pero nos explicaron que un día empezaron a llegar, y sin poder controlarlo, se fueron acumulando. También vimos que es el producto estrella de esa parte de la isla y durante el día las mujeres las limpian retirando la parte comestible.
Y por si fuera poco, en los alrededores de la isla hay pequeños paraísos. Pequeñas islas que el capricho de la naturaleza las ha moldeado de tal forma que aquél que las visite no pueda más que asombrarse. Nosotros disfrutamos de un día estupendo en playas de arena blanca con aguas transparentes, lagunas escondidas y comiendo en la tranquilidad del océano.
Nos despedimos de la isla con mucho pesar, el mismo que nos hicieron sentir sus gentes cuando nos despedimos de ellos. Si algún día volvemos, esperamos que no haya cambiado demasiado y que siga guardando ese no se qué que la hace tan original.
10 comentarios
Vaya imágenes con el calorcito que tenemos aquí!!!!
Pasadlo bien chicos!!! que ya veo que mal no estáis.
Hola Alfonso!
Muchas gracias! Seguro que ya te estás planteando subir al Pirineo para huir de ese calor! Cuídalos, cuídate y disfruta! Un abrazo de parte de los dos.
Alberto & Sonia
mucho interesante! 🙂
Muchas gracias Clair y Luís! Suerte y a rodar!
Alberto & Sonia
Qué maravilla! Es mucho más de lo que puedes soñar.
Besos.
¡Es vivir un sueño!
Muchos besos!!!!!
OSTRAS!!! YO QUIERO IR!!!
Hola Javier!
Sí, vale la pena! Pero por favor, quien decida visitarlas que tenga idea de lo que significa el turismo responsable. Hay que cuidar estos paraísos!
Turismo salvaje, no!
Un abrazo,
Alberto & Sonia
Son impresionantes los paisajes….las playas….ese agua transparente……..pero de verdad es parte de nuestro mundo!!!!……al menos vosotros lo veis y nosotros a través de vuestras imagenes…….cuidaros
Hola Mari,
Nuestro planeta tiene de todo! Solo hace falta tener curiosidad por lo que nos rodea y salir a descubrirlo.
No te conformes con estas imagenes. 😉
Un abrazo,
Alberto & Sonia