Mingalaba Yangón

Gente subiendo al autobús en marcha, hombres vistiendo falda y mascando betel, edificios en un estado decadente, mujeres maquilladas con thanaka, aceras repletas de puestos callejeros… Sí, todo hacia indicar que habíamos llegado a otro país.

Birmania, Myanmar, Burma… son los principales nombres por los que se le conoce. Hasta hace poco ha estado cerrado al turismo y en los últimos años está creciendo rápidamente. Pero en una cosa coincide todo el mundo, y es que sorprende a todo aquel que viene a visitarlo.

Nuestro primer contacto fue en Yangón. Llegamos algo tarde para las costumbres del país y nos tocaría buscar un taxi que nos acercara a la zona donde teníamos previsto dormir. Lo compartimos con una pareja inglesa que también iban cerca de allí. Nos fuimos a dormir con una buena impresión, esta ciudad es diferente a las que habíamos visto hasta ahora.

Por la mañana nos despertamos con muchas ganas de salir a sus calles a investigar un poco la ciudad y visitar los principales puntos de interés. Como nuestro alojamiento se encontraba cerca de ésta, la primera que vimos fue la Sule Paya, que funciona de rotonda al tráfico en uno de los puntos más concurridos de la ciudad.

Nos dispusimos a andar sus calles y cruzar sus mercados.

Después de un paseo llegamos a la  Shwedagon Paya, es las más importantes del país. La rodeamos para admirarla en su totalidad y pasamos un largo rato deambulando hasta que vista, nos fuimos a visitar el templo chino Kheng Hock Keong, que a nosotros no nos impresionó demasiado.

El jardín de Mahabandoola, sí que nos gustó. Es un bonito lugar para pasear y relajarse, bien cuidado y con la Sule Paya como telón de fondo.

Cerca de éste jardín descubrimos las primeras comidas de la calle, como la mohinga, una sopa de fideos con caldo de pescado y una de las costumbres más significativas, que es tomar el té en cualquiera de las tantas teterías que hay por toda la ciudad.

Yangón puede considerarse una ciudad más, pero para nosotros ha sido una muy buena carta de presentación de un pueblo que aún teníamos que descubrir.