Si le comentas a cualquier malayo que vas a Georgetown en la isla de Penang, lo primero que hará será hablarte de lo estupenda que es la comida de este lugar.
Es cierto, parte de su encanto está en la comida pero también se la conoce por su arte callejero. Fueron muchos los artistas que participaron y hoy aún se pueden disfrutar de gran parte de las obras que se crearon por entonces.
Salir sin rumbo fijo a callejear y dejar que la ciudad te sorprenda es una buena opción. Hay que estar atento y fijarse bien en los rincones escondidos, las obras pueden estar en cualquier parte.
La ciudad tiene un cierto encanto y su casco antiguo sigue desprendiendo un cierto aire bohemio. En la orilla del mar, las casas flotantes de madera también son un reclamo, aunque a nosotros no nos parecieron interesantes.
La mezcla de culturas también es latente en esta parte del país y se mezcla para dar colorido a una ciudad en pleno movimiento, siempre llena de turistas. Un templo chino, o una mezquita, pueden encontrarse en medio de una calle llena de edificios coloniales.
También coincidió con el cumpleaños de Alberto, así que nos pegamos un homenaje para celebrar un cambio de década.
Nos quedamos varios días en la ciudad, nos gustó, sin saber exactamente porqué. ¿Quizá por los fideos de la señora del puestecito? ¿A lo mejor porque nos retamos a averiguar si quedaban más obras por descubrir? ¿Quizá porque no teníamos prisa?
6 comentarios
Quizá por que en cada esquina descubríais algo nuevo ¿?. Y eso es parte de vuestra aventura………………..realmente da igual, lo realmente importante es lo que viváis en el día a día.
Un abrazo pareja.
Hola Miguel,
Así es, lo realmente importante es vivir el presente. Nuestro día a día, nuestra llámalo rutina nos permite aprender muchísimo de otra realidades, te lo aseguro!
Os seguimos familia en vuestras salidas montañeras ¡verdes de envidia!
Un abrazo,
Alberto & Sonia
Quizá porque a eso habéis ido, a empaparos sin prisas de todo lo bueno que cada lugar os ofrece. Y mientras tanto, aquí, verdes de envidia. Interesantes los trampantojos. Por las misma fechas, y sin saber nada de lo vuestro, nosotros también nos hacíamos fotos con los que hay pintados en el centro del Vendrell.
Besitos
Hola E. Cano,
Sí y también nos damos cuenta que cuanto más viajamos, menos sabemos. Menuda contradicción, verdad? Quizás por esto de aprender y desaprender nos gusta tanto viajar.
Muy interesante también los murales pintados del Vendrell. muy chulos!
Besos,
Alberto & Sonia
¡¡Prisa mata!!
jajajaj Mejor tomarse la vida con tranquilidad ¿Para que ir de prisa por el mundo? Si total, no vamos a llegar a ningún otro sitio!
Un beso Javi,
Alberto & Sonia