Trekking de Santa Cruz + Laguna 69

¿Cómo realizarlo por cuenta propia?

El trekking de Santa Cruz es un circuito que normalmente se completa en 3 o 4 días y recorre una parte del Parque Nacional Huascarán. El recorrido comienza en un valle y acaba en otro. Los puntos de acceso son desde la población de Vaquería a 3700 metros o desde la población de Cashapampa a 2800 metros.

Desde Vaquería, el desnivel, quizás, sea más progresivo, ya que comienza desde más altura y los últimos dos días son pura bajada. Pero si nos ceñimos a la salud de las rodillas de un montañero y a la climatización correcta día tras día en altura de un cuerpo, nosotros siempre recomendaremos empezar por Cashapampa, aunque el desnivel a superar sea más duro y solo gocemos de un día de bajada. A parte, si se desea agregar al final del recorrido la Laguna 69, es mejor en esta dirección.

Precio de la entrada al Parque Nacional de Huascarán por 21 días: 65 PEN/persona.Por suerte puede ser evitada si no se encuentra el guarda forestal, ni en la entrada ni en la salida del Parque Nacional. Si te ve, te la pedirá y te hará pagar en caso de no disponer de ella.

También se puede intentar entrar y salir del parque tempranito por la mañana o esperar a entrar o salir ya entrada la tarde – noche. Los guardas forestales a esa hora todavía no están en su puesto de trabajo. Aviso: algunos taxistas de Caraz de los que te suben a Cashapampa, si vas muy temprano por la mañana y no está todavía el guarda forestal en su puesto de trabajo, él mismo lo llamará por teléfono para despertarlo y comentarle que van turistas. Nos pasó a nosotros.

Conservar el ticket si se tiene previsto visitar otras zonas puntuales del Parque Nacional, es igual de valido y no tendrás que pagar la entrada de un día, 10 PEN/persona, por cada visita.

• Llegar a Cashapampa desde Huaraz: Hay que llegar a Caraz en combi, 6 PEN/persona. Una vez en Caraz ir al mercado central, atrás de éste se encuentra el parqueadero de taxis o combis dirección Cashapampa, el precio son unos 8 PEN/persona. (La carretera es pura pista, o pura trocha como dicen en Perú). En Cashapampa al final de la población está el cartel indicativo del comienzo del trekking.
• Salir de Vaquería hasta Laguna 69: Nosotros terminamos el trekking de Santa Cruz a pocos kilómetros de Vaquería y para llegar a Cebollapampa (1h30’ en coche), curva donde comienza el sendero de la Laguna 69, nos montamos en una combi y pagamos 7,5 PEN/persona. No dudar en parar a cualquier coche para salir de Vaquería. Pasan autobuses, pero con menos frecuencia. La carretera es pura trocha y de infarto, no apta para cardiacos.
• Salir de Laguna 69 hasta Huaraz: Una opción es esperar a los transportes de los tours que vuelven a Huaraz entre las 15 – 16 horas (15 PEN/persona). Otra opción es coger un combi o taxi de los que pasan por la carretera hasta Yungay (algunos piden más de 15 PEN/persona) y luego en la carretera principal parar una combi por 3 PEN/persona hasta Huaraz.Como alternativa, se puede salir en autostop e ir probando suerte con los pocos coches que vayan pasando. Quizá cerca de las lagunas de Llanganuco hay más posibilidades, más coches particulares. En nuestro caso el autostop funcionó y unos chicos nos bajaron a Yungay, hasta la carretera principal, y des de allí conseguimos otro vehículo que nos acercó a Huaraz.
• Llegar a Laguna 69 o a Vaquería desde Huaraz: Se puede ir directo hasta Cebollapampa, curva donde comienza el sendero de Laguna 69. Los tours de un día organizan salidas desde Huaraz prácticamente cada día y cuestan 30 PEN/persona, ida y vuelta. Si se quiere pasar la noche en la Laguna 69, para proseguir hasta Vaquería o regresar a Huaraz al día siguiente, sería comentarlo con estos tours y te cobrarían solo la ida. Otra opción es desde Huaraz llegar a Yungay en una combi por 3 PEN/persona. Una vez en Yungay coger un taxi o combi que te lleve a Vaquería, preguntar por el precio. Nos dijeron que cobraban 20 PEN/persona hasta Vaquería. Si te dejan en Cebollapampa, el precio debería de ser menor.

¿Dónde pernoctar y comer durante el recorrido?

No hay refugios en todo el camino. Cargar esterilla, un buen saco de dormir y una tienda de campaña es obligatorio en épocas de lluvia y nieve.  Fuera de la época de lluvias, si se tiene buen material, hacer un buen vivac será suficiente.Por supuesto, llevar tu propia comida para todos los días.

Hay zonas de acampada a lo largo del trekking, son planas y herbosas, con buen suelo para plantar la tienda de campaña y dormir, y lo más importante, todas se encuentra cerca del río. Fuera de estas es más complicado abastecerse de agua. Aconsejamos llevar pastillas potabilizadoras, aunque nosotros también bebimos agua fresca y limpia del río a bastante altura y no nos ocurrió nada.

En Laguna 69, hay cuatro huecos contados cerca de la laguna donde poder plantar la tienda de campaña. Si están ocupados, será difícil dormir cerca de la laguna. En el último tramo del sendero hay algún hueco más. El suelo es pura piedra.

Recorrido

Etapa 1: Llegar a Cashapampa 2800 metros – Llamacorral 3850 metros – Taullipampa 4250 metros
Etapa 2: Taullipampa 4200 metros – Punta Unión 4750 metros – Huaripampa 3500 metros
Etapa 3: Huaripampa 3500 metros – Vaquería. Fin del trekking. Portachuelo de Llanganuco 4767 metros – Cebollapampa 3900 metros – Laguna 69 4500 metros
Etapa 4: Laguna 69 4500 metros – Cebollapampa 3900 metros – Lagunas de Llanganuco 3900 metros – Vuelta a Huaraz

Foto a foto

Eran pasadas las 8 de la mañana cuando nos encontrábamos al inicio del sendero, en Cashapampa. Un buen desayuno antes de empezar a caminar y mentalizarse que la primera subida iba a ser dura. Los 1000 metros de desnivel que se salvan son importantes. Se remonta por una quebrada de terreno cómodo pero empinado.

Poco a poco se va dejando atrás el paisaje más boscoso y echando la mirada atrás uno se da cuenta que va cogiendo altura rápidamente. Entre la emoción y los paisajes que se van revelando ante nuestros ojos no nos damos cuenta que ya hemos llegado a lo que sería el final de la primera etapa, el campamento de Llamacorral. Llegamos al mediodía. Es muy temprano y nuestra intención desde un principio era juntar las dos primeras etapas del trekking en una sola, así que después de meterle energía al cuerpo, proseguimos la marcha. El terreno se aplana y es mucho más rápido el avance. En poco rato llegamos a la Laguna Jatuncocha. Las vistas aquí son espectaculares, los nevados que veníamos viendo se alzan por encima de esta gran cantidad de agua turquesa.

Proseguimos la marcha hasta el siguiente punto de referencia, el cruce al campo base del Alpamayo. Se cruza por el lecho de un antiguo lago, donde a ratos perdemos el sendero, pero se ve claro a donde hay que llegar. Una vez se encara el tramo final antes de llegar al cruce, asoman por lo alto las primeras grandes montañas del recorrido.  Desde este punto un sendero en forma de zig – zag conduce hasta el campamento base del Alpamayo, no subimos porque se nos echaba el tiempo encima y no queríamos llegar con la oscuridad al campamento de Taullipampa. Aun así no hizo falta subir a verlo ya que tuvimos un día muy claro para poder ver esta montaña desde el camino.

Montamos la tienda resguardados del viento y nos preparamos una cena a base de pasta con atún mientras disfrutamos del atardecer rodeados de vacas y caballos, y un par de tiendas más al otro lado del río.

Despertamos temprano y preparamos el desayuno, té, galletas y un malísimo chocolate que compramos, para emprender la marcha ligeramente. El resto de campamentos ya estaban recogidos y habían empezado a caminar. Nos esperaba la subida hasta el paso más alto del recorrido. No son muchos metros de desnivel pero a consecuencia de la altura se hacen más largos. Se revela ante nosotros una cadena de montañas altísima y un glaciar imponente a sus pies que no para de crujir. Remontamos la pendiente a paso lento pero constante, clavando la mirada en los picos que se alzan por encima de nuestras cabezas, y echando la vista atrás, vemos el camino hecho hasta el momento.

Punta Unión está a escasos metros y las vistas son geniales, a un lado lo que veníamos viendo hasta ahora y al otro un paisaje no menos espectacular. Los valles son muy bonitos y en contraste con los nevados de sus alrededores hacen que la vista no sea consciente la magnitud que estos tienen. Casi podemos tocar las cumbres y el valle queda profundo, nos queda por delante una fuerte bajada por un terreno un poco más agreste que el que veníamos pisando.

Pese al cansancio acumulado, se hizo corto el camino hasta llegar al fondo del valle, donde se aplana y se avanza rápidamente. Aunque ya hemos dejado atrás las altas cumbres y el paisaje es más cerrado, teníamos muchas ganas de llegar al campamento, montar la tienda y comer. Disfrutamos de una relajada tarde en compañía de asnos y un perro solitario que nos hace de guardián toda la noche. Atardece algo nublado, pero no hace nada de frío, se nota la calidez que da un valle cerrado. Así que un rápido baño en el río para quitarnos el sudor y dormir limpios, nos sienta como el mejor de los spa.

Amanece muy nublado y con amenaza de lluvia. Nos damos prisa en prepararnos y recoger todo para iniciar la marcha lo antes posible. Poco después de empezar a andar empieza a llover y aceleramos el paso para llegar a Vaquería en poco más de dos horas para tomar algún transporte que nos acerque hasta el sendero de la Laguna 69, en la curva de Cebollapampa.

Al salir del parque nos encontramos con el guarda forestal que nos pide la entrada y tras comprobar que la teníamos le preguntamos por el tiempo y el precio de los pasajes hasta el punto que queríamos llegar. Con la información clara, y tal como suponíamos, seguimos la marcha a paso ligero. El camino pasa por zona poblada, pero el último repecho hasta la carretera se hace empinado y muy largo.

Finalmente llegamos, pero esperamos a unos kilómetros después de la población en el único lugar a resguardo que hay en la carretera, un lodge muy básico que a la vez es tienda. Tras comprar una lata de atún y pan para la siguiente noche, no tarda en pasar una combi a la que hacemos parar para que nos acerque hasta nuestro siguiente punto. Nos subimos sin saber el camino que venía a continuación.

La carretera remonta la montaña por una pista sinuosa, que zigzaguea muy vertical, pero lo peor estaba por llegar. Al pasar el puerto, la carretera de bajada aún impresiona más. Es larga y muy escarpada, casi suspendida. Por suerte, la cara norte del Huascarán está ahí, con un imponente glaciar que hipnotiza.

Por fin llegamos y nos bajamos de la combi, deseamos pisar tierra con nuestros propios pies para sentirnos seguros después de hora y media de sufrimiento.

La Laguna 69 nos estaba esperando, así que sin mucha demora nos ponemos a andar, ya íbamos cansados.  ¡Acabábamos con la tercera etapa del trekking y ya estábamos subiendo de nuevo hasta una laguna! Solo esperábamos que valiera realmente la pena todo el esfuerzo.

El camino es llano en su inicio, que para desentumecer nos viene muy bien, pero vemos la pared que hay que remontar y toda la gente que viene de vuelta. Remontamos toda la subida hasta el primer balcón, y luego hasta el segundo.

Vimos aparecer la Laguna 69 a escasos metros de llegar al final del sendero. El color turquesa nos dejó ensimismados. No podía existir un lugar mejor para pasar la noche. Lo primero que hicimos fue ubicar la tienda en ese terreno tan duro y llenar el estómago, lo siguiente disfrutar del paraje natural y de la paz del lugar. Cada rato el glaciar cruje y se desprende algo de roca o hielo precipitándose hasta la laguna.

A la mañana siguiente un cielo despejado nos permitiría disfrutar de las primeras luces y de un turquesa aún más intenso. ¡Como disfrutamos del amanecer! Ahora solo nos quedaba el largo retorno a Huaraz. Bajamos de la Laguna 69 por el mismo sendero que subimos el día anterior y anduvimos toda la carretera hasta las Lagunas de Llanganuco. Esperaríamos un rato antes que un destartalado coche sin cristales y lloviendo nos bajara hasta Yungay. Allí ya nos resultó más fácil conseguir que otro vehículo nos llevara hasta Huaraz donde nos esperaba un buen menú de 3,5 soles, ¡Nuestro regalo final!

Así finalizábamos uno de los trekkings más famosos del Parque Nacional Huascarán. Las altas cumbres nevadas, los valles profundos y la tranquilidad del recorrido mejoró con creces las expectativas y nos dejó un bellísimo recuerdo de estos días en altura.